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Biografías

Aníbal

Aníbal
Aníbal
Hannibal Barca. Soldado cartaginés, considerado por muchos como uno de los más grandes estrategas militares de la historia. Hijo de Amílcar Barca, quien, según la leyenda, le hizo jurar odio eterno a los romanos ante los dioses. Tras la muerte de su padre (229 ANE.) y el asesinato de su cuñado Asdrúbal (221 ANE.), Aníbal asumió el liderazgo del ejército cartaginés, que ya controlaba el sur de Hispania. Desde su base en Cartago Nova (la actual Cartagena), realizó varias expediciones a las tierras altas centrales y sometió a varias tribus ibéricas.

Síntesis biográfica


Se cree que nació en el año 247 ANE. Hijo de Amílcar Barca, pertenecía a una familia que tenía gran poder en la ciudad de Cartago, en el norte de África. A la edad de nueve años acompañó a su padre en las batallas por la conquista de la Península Ibérica.

Poco se sabe de la educación de Aníbal por los autores greco-romanos. Se sabe que aprendió de un preceptor espartano, llamado Sosilos, las letras griegas, la historia de Alejandro Magno y el arte de la guerra. Así que adquirió el modo de razonamiento y acción que los griegos llamaban «métis», basado en la inteligencia y la astucia.

Cuando Amílcar murió, Aníbal estaba bajo la tutela de su cuñado, quien lo casó con una princesa ibérica llamada Imilce, con quien tuvo un hijo. Sin embargo, esta alianza matrimonial se considera improbable y no está atestiguada por todos y cuando murió en el año 221 Aníbal, que ya había cumplido 25 años, fue nombrado general del ejército cartaginés en la península.

Habiendo asegurado el dominio cartaginés en la península, el objetivo principal de Aníbal era preparar la guerra contra Roma, para equilibrar la situación en la que Cartago había quedado tras su derrota en la Primera Guerra Púnica. Para luchar contra los romanos, Aníbal reunió a su alrededor, en Cartago Nova, a los jefes de los pueblos hispánicos, así como a mercenarios ibéricos y celtas, que formaron una importante base para su ejército.

Las acciones militares


En el año 219 ANE destruyó Sagunto, ciudad aliada de Roma, y cruzó el Ebro, río en el que, siete años antes, cartagineses y romanos habían puesto el límite de sus respectivas influencias en el territorio peninsular; esta acción supuso el inicio de la Segunda Guerra Púnica (219-202 ANE.).

En la primavera del 218 ANE, Aníbal concedió a su hermano Asdrúbal el mando de las tropas en Hispania y partió hacia Italia con un ejército de 60.000 hombres y 38 elefantes. Después de cruzar los Pirineos y los Alpes, llegó al Valle del Po, donde derrotó a los romanos sucesivamente en el Tesino y en Trebia, a pesar de las numerosas bajas que sufrió durante la marcha.

Al año siguiente, una nueva victoria, esta vez en el lago Trasimeno, le dio el control del centro de Italia. Cuando el ejército romano de Flaminio fue aplastado, Roma quedó a merced de los cartagineses, pero éstos no se atrevieron a asaltar las sólidas murallas de la ciudad y prefirieron dominar el sur de Italia. En agosto de 216 ANE, derrotó en Cannas a las tropas de Lucio Emilio Paulo y Marco Tercio Varón, cuyas tropas eran el doble de las suyas.

El comienzo de su derrota


Lejos de sus bases de abastecimiento, sin posibilidad de recibir refuerzos, ya que su hermano Asdrúbal había sido derrotado y asesinado por Claudio Nerón en la batalla de Metauro cuando se dirigía a ayudarle (207 ANE.), y al no haber logrado atraer a su causa a los pueblos itálicos sometidos por Roma, el ejército de Aníbal quedó aislado e inmovilizado en el sur de Italia durante varios años, situación que los romanos aprovecharon para contraatacar.

Después de expulsar a los cartagineses de la Península Ibérica, el general romano Publius Cornelius Escisio, llamado el Africano, desembarcó cerca de Cartago (203 ANE.), hecho que obligó a Aníbal a volver a África, donde fue derrotado en la batalla de Zama, en 202 ANE. Como resultado de esta derrota, Cartago se vio obligada a firmar una paz humillante, que puso fin al sueño cartaginés de crear un gran imperio en el Mediterráneo occidental.

Sus últimas acciones


Pero Aníbal, elegido sufragista para el 197 y 196 ANE, intentó reconstruir el poder militar cartaginés, pero, perseguido por los romanos, tuvo que huir y refugiarse en la corte de Antíoco III de Siria, a quien indujo a enfrentarse a Roma, mientras negociaba una alianza con Filipo V de Macedonia.

Muerte


Tras las victorias romanas sobre los sirios en las Termópilas (191 a.C.) y en Magnesia (189 a.C.), Aníbal huyó a Bitinia, donde decidió quitarse la vida en 183 a.C., para evitar que el rey prusiano lo entregara a Roma y la imposibilidad de encontrar un refugio donde pudiera sentirse seguro.

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