
Biografía de Atahualpa
Infancia y juventud
Nació en Quito, Perú, en el año 1500. Hijo del emperador Huayna Cápac y Tupac Paclla, princesa de Quito, y hermano de Huáscar. Fue favorecido por su padre, quien, poco antes de morir, en 1525, decidió dejarle el reino de Quito, la parte norte del Imperio Inca, en detrimento de su hermanastro Huáscar, el heredero legítimo, a quien se le dio el reino de Cuzco.
Al principio las relaciones entre los hermanos fueron pacíficas, sin embargo la ambición de Atahualpa de extender sus dominios y la división del imperio entre ambos hermanos hecha por Huaina-Capac, provocó el estallido de la guerra civil.
La usurpación del trono
Atahulpa, al contrario que su hermano, recibió la ayuda del conquistador Francisco Pizarro, lo que le permitió derrotar a Huáscar en la batalla de Quipaypán en 1530, siendo capturado a orillas del río Apurímac en su retirada del Cuzco, proclamándose así Atahualpa, el único emperador del Imperio Inca. Más tarde ordenó asesinar a los familiares y personal de confianza de Huáscar y llevarlo a su presencia en la ciudad de Cajamarca.
Antes de hacer su entrada triunfal en el Cuzco, Atahualpa recibió la visita de Hernando Pizarro, quien lo convenció de asistir a una entrevista con su hermano Francisco, prometiendo devolverle el oro y los bienes robados. El Inca, confiado en la ayuda recibida de los conquistadores españoles, aceptó, y el 15 de noviembre de 1532, Francisco Pizarro entró en Cajamarca, al día siguiente Atahualpa entró en la gran plaza de la ciudad, siendo acompañado por un séquito de unos tres o cuatro mil hombres prácticamente desarmados para sostener el encuentro previsto.
Encuentro con los españoles
Pizarro, un hombre sagaz y astuto, había colocado estratégicamente sus piezas de artillería y escondido parte de sus soldados en los edificios que rodeaban el lugar. En ese encuentro, el sacerdote español Vicente Valverde, que se había acercado a saludar al soberano incaico, exigió su conversión al catolicismo y su sumisión a la autoridad del rey Carlos I de España, a lo que Atahualpa se negó rotundamente, tirando al suelo la Biblia ofrecida por el fraile. Pizarro aprovechó entonces para dar la orden a sus soldados de atacar a los indefensos indios con armas de fuego, espadas y hombres a caballo, la desigual batalla provocó una gran masacre, cientos de incas fueron asesinados en la plaza mientras el soberano era tomado como rehén por los españoles y llevado a Amaruhuasi, donde permaneció ocho meses en cautiverio.
Atahualpa, sospechando que sus captores pretendían restablecer a Huáscar en el poder, ordenó su asesinato desde su cautiverio. Para obtener la libertad, el emperador prometió llenar la habitación donde estaba prisionero con oro, plata y piedras preciosas, lo que sólo sirvió para aumentar la codicia de los conquistadores.
El botín fue distribuido entre los conquistadores, y Atahualpa fue sentenciado a muerte y ejecutado. Los españoles reconocieron entonces a un noble huascarista llamado Túpac Huallpa como el nuevo soberano.
Muerte
Meses más tarde, Pizarro acusó a Atahualpa de idolatría, fratricidio y traición, condenándolo a muerte en la hoguera, sin embargo la sentencia fue conmutada por la de garrote, cuando decidió abrazar la fe católica antes de ser ejecutado, el 29 de agosto de 1533.
Cuando se conoció la noticia de la muerte de Atahualpa, los ejércitos incas que rodeaban Cajamarca se dispersaron, propiciando a los españoles, en noviembre de 1533, la conquista del imperio y la ocupación del Cuzco sin apenas resistencia.
Vídeos de Atahualpa
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