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Biografías

Averroes

Averroes
Averroes
Averroes. (Nombre en latín de Mohammed Ibn-Rochd o Ibn Ruchd). Filósofo y científico árabe de la Edad Media; vivió en España durante el período del Califato de Córdoba. Sin romper con la religión musulmana, cultivó los elementos materialistas de la filosofía de Aristóteles. Demostró que la materia y el movimiento eran eternos e increíbles, y negó la inmortalidad del alma individual y la vida más allá de la tumba. Fundó la teoría de la doble verdad. Sometió el misticismo del teólogo musulmán Algazel a duras críticas. Los comentarios de Averroes sobre las obras de Aristóteles fueron extraordinariamente importantes para que los filósofos europeos conocieran la filosofía de la Antigüedad clásica. La doctrina de Averroes (Averroismo) fue cruelmente perseguida por los musulmanes ortodoxos.

Síntesis biográfica de Averroes

Averroes (Abu-l-Walid Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad Ibn Rusd), nació en la ciudad de Córdoba, (España) en el año 1126. Es considerado por muchos como el filósofo árabe más importante de la Edad Media. Su conocimiento se extendió a todos los campos del saber: Filosofía, Teología, Derecho, Matemáticas, Astronomía, Física, Medicina, Poesía. Sirvió como juez y como médico de la corte. Las intrigas de sus adversarios le valieron el exilio.

Filósofo hispano-árabe. De familia muy distinguida, su padre había sido cadí de Córdoba durante cierto tiempo; su abuelo, que llevaba el mismo nombre que él, Abu l-Walid Muhammad, había ocupado este puesto durante mucho tiempo y más tarde había sido una autoridad en la ley malikita, consejero de varios soberanos y príncipes. Averroes continuó la tradición jurídica de la familia y alcanzó, a una edad muy temprana, la reputación de gran jurista, apoyada por el libro Punto de partida del jurista supremo y llegada del jurista medio.

Estudió teología y materias literarias al mismo tiempo. Hasta ese momento no había abandonado los programas escolares ordinarios de su tiempo; pero no se detuvo aquí y al mismo tiempo se dio a conocer como un médico muy valioso. Además de la medicina, estudió astronomía en el Almagest, de la que hizo un compendio, y filosofía, en la que se inició, sobre todo, por las obras de Ibn Bayya, el filósofo hispanoárabe que murió en 1139, conocido en Europa como Avempace. Así pues, conocía todo lo que se conocía en su tiempo y entorno, y a lo largo de su vida no dejó de profundizar, no sólo con nuevas lecturas, sino también con reflexiones y observaciones directas; tanto es así que uno de sus biógrafos dice de él que desde la edad de la razón hasta su muerte no dejó de estudiar, salvo el día de su boda y la muerte de su padre.

El primer califa almohade ‘Abd al-Mumin (1130-1163) le confió varias misiones; su sucesor Yusuf (1163-1184) le tenía en gran estima. El soberano conocía la filosofía y planteó problemas de esta disciplina a Averroes cuando le presentó el médico de la corte Ibn Tufayl, otro filósofo hispano-árabe conocido en Occidente por la novela místico-filosófica Hayy ibn Yaqzan.

Al principio, Averroes se mostró reacio, porque conocía (y lo experimentaría amargamente al final de su vida) los riesgos de profesar la filosofía en un ambiente que tendía a identificarla con la herejía; pero cuando vio que el propio Califa planteaba un tema arriesgado, no dudó más y conquistó con su doctrina el espíritu de su interlocutor, que le dio una gran suma, una suma de pieles y un hermoso caballo. Además, le nombró médico de la corte y le confió, en España y Marruecos, una serie de misiones que culminaron en 1182 con el nombramiento de Cadí de Córdoba.

Bajo el reinado del sucesor de Yusuf, Yaqub al-Mansur (1184-1199), los honores continuaron; Pero en 1195, el Califa, cediendo a las presiones de los teólogos y canonistas, que veían en las ciencias profanas, y sobre todo en la filosofía, un peligro para la religión, publicó un decreto contra los cultivadores de estas disciplinas y los confinó en Lucena, suburbio situado a poca distancia de Córdoba, a su protegido, que había sufrido el disgusto de ver sus obras quemadas en la plaza pública y de ser expulsado, junto con su amigo Ibn Zuhr (Avenzohar), de la mezquita por la plebe fanática.

Muerte de Averroes


En 1198, el califa revocó sus edictos y volvió a llamar a Averroes, que murió unos meses después en Marruecos.

Vídeos de Averroes

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