
Cautiverio de Calcuchimac
Mientras el conquistador Hernando Pizarro saqueaba la ciudadela de Pachacámac y Rímac, Calcuquimac dirigía un ejército a través de la sierra central peruana, hasta que fue llamado por Hernando de Soto quien le dijo que «sería una deshonra si un general tan prestigioso no visitara a su majestad incaica». Calcuchimac, convencido de la buena fe del español, fue a visitar Atahualpa, en Cajamarca, donde el general fue traicionado y hecho prisionero por los españoles.
En la prisión, fue torturado (sufrió graves quemaduras) para revelar la ubicación de los mayores tesoros incas, pero sólo mencionó reinos y tesoros imaginarios.
Muerte
Después del asesinato de Atahualpa por sus captores españoles, Calcuquimac y los otros prisioneros acompañaron a los españoles en su marcha hacia el Cuzco. Con ellos estaba Tupac Hualpa, el primer títere incaico nombrado por Francisco Pizarro.
En medio del viaje apareció un joven hijo de Huayna Cápac, quien estaba convencido de que los españoles eran salvadores porque luchaban contra los Quisquis (que habían hecho excesos en la toma del Cuzco), Manco Inca [5] Manco Inca prometió ayuda y lealtad a los españoles. Le prometieron la salvación de los terribles abusos cometidos por los partidarios de Atahualpa en la ciudad de Cuzco. Francisco Pizarro acusó a Calcuchímac de envenenar a Toparpa Túpac Hualpa, y luego lo condenó a muerte. Al negarse a ser bautizado, Calcuquimac entró voluntariamente en la hoguera para ser quemado vivo.
Su muerte fue recibida con alegría por el pueblo inca de Cuzco.
Vídeos de Calcuchimac
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