
Biografía de Diego de Almagro
Infancia y juventud
Nació en la ciudad de Almagro, España, en 1479. Era hijo de Elvira Gutiérrez y Juan Montenegro, que nunca se casaron oficialmente, por lo que su madre decidió esconderlo y enviarlo al cuidado de Sancha López del Peral. A los cinco años, Diego fue acogido por su padre que murió poco después, dejando al pequeño al cuidado de su tío materno, Hernán Gutiérrez, de cuya casa huyó cuando tenía 15 años.
No sabía leer ni escribir porque no podía estudiar debido a su incierta juventud. Los cronistas de la época lo definen como un hombre honesto, franco, generoso y brioso. Según Cieza de León, Diego de Almagro «era pequeño de cuerpo, feo de rostro y muy brioso, un gran trabajador, liberal aunque presumido, de gran presunción, sacudía la lengua a veces sin moderación. Estaba advertido y sobre todo muy temeroso del rey».
En 1514 se enroló en la conquista de Panamá y en 1530 se asoció con Francisco Pizarro en la ocupación del Perú, conquistando el Imperio Inca de manera sorprendente, y ejecutando a su soberano Atahualpa para luego repartir su tesoro, antes de partir al Cuzco para tomar la ciudad. Partió en 1535 para explorar Chile.
Conquista de Perú
Su llegada a América data de 1514, en la expedición comandada por Pedro Arias de Ávila que también conquistó Panamá. Aquí conoció a Francisco Pizarro, quien tiempo después se convirtió en su socio para varios proyectos, entre ellos la conquista del Perú en 1532, que se convirtió en el más grande de ellos.
Las dos primeras expediciones, llevadas a cabo entre 1524-1525 y 1526-1528, revelaron las riquezas del Imperio Inca en las tierras recién descubiertas.
Esta relación Almagro – Pizarro comenzó a disolverse en 1526 cuando Pizarro firmó con el Rey la Capitulación de Toledo, instrumento por el cual la Corona española autorizó la Conquista del Perú y estableció las recompensas que recibiría cada uno de los socios. Aunque anteriormente ambos conquistadores habían acordado repartir los beneficios a partes iguales, Pizarro, siendo más astuto, consiguió, con las autoridades hispanas, un mayor número de premios y títulos, sin embargo Almagro obtuvo una considerable fortuna y por sus servicios el Rey le concedió en noviembre de 1532 el tratamiento de regalo y también le asignó un escudo de armas.
Almagro y Pizarro, en esta fecha, iniciaron la conquista del territorio de los Incas desde Cajamarca y, tras ejecutar al cacique Atahualpa, marcharon al Cuzco. Tras ocupar la ciudad en 1533, el conquistador marchó para tomar posesión de la costa peruana y fundó la ciudad de Trujillo.
En el año 1534 Almagro obtuvo la gobernación de Nueva Toledo, en el sur del Perú, que incluía las tierras situadas desde el Cuzco hasta Taltal y que según los nativos, eran abundantes en oro. En 6 meses Almagro alistó su expedición, con su propia fortuna equipó a los soldados sin recursos, compró armas, pólvora y otros equipos necesarios para la empresa que según estimaciones deben haber costado un millón y medio de pesos españoles. La expedición estaba compuesta por unos 500 españoles, 100 esclavos negros y 10.000 indios. Partió hacia Chile el 3 de julio de 1535 dejando pendiente en Perú la disputa con Pizarro por la gobernación de la ciudad de Cuzco, que ambos creían le pertenecía.
En Chile
El itinerario utilizado por Almagro era duro y agotador, pasaba por el Altiplano boliviano, bordeando el río Titicaca hasta llegar a Paria, Tupiza y desde allí seguir a Chicoana, para luego cruzar la Cordillera de los Andes, esta última era la etapa más difícil, la expedición se encontraba a casi 4.000 metros de altura, el frío, el hambre y la fatiga trajeron como consecuencia la muerte de muchos, que no estaban acostumbrados a un clima tan duro. Ante tal situación Almagro decidió que un pequeño grupo se adelantó y buscó ayuda entre los indios, este grupo logró llegar al Valle de Copiapó y allí recibió la ayuda deseada, a partir de ese momento Almagro tomó posesión de Chile en nombre de Carlos V.
En la exploración del territorio su primer objetivo fue el valle del río Aconcagua donde fue acogido por los indios, sin embargo comentarios insidiosos hicieron creer a los indios que las intenciones de Almagro no eran buenas y aunque no intentaron nada contra él en ese momento, más tarde se convertirían en un problema.
En busca de las riquezas por las que había llegado a este país Almagro decidió continuar la exploración de tierras por lo que envió a Gómez de Alvarado con 70 hombres a caballo al sur del país, este avanzó hasta la confluencia de los ríos e Itata Ñuble sin ninguna resistencia entre los meses de julio – septiembre de 1536. Sin embargo, en este lugar se produjo el primer enfrentamiento armado entre españoles y mapuches, conocido como la Batalla de Reinohuelén.
De la misma manera, Juan de Saavedra fue enviado a inspeccionar las costas y logró llegar a la zona de Alimapu, que luego se llamó Valparaíso, que significa Valle del Paraíso.
El fin de la expedición
En la expedición el conquistador no encontró ninguna riqueza, sólo comunidades indígenas pero aún así sintió el deseo de quedarse y fundar una ciudad, pero sus compañeros de compañía le borraron de la cabeza esas ideas instándole a volver al Perú y tomar posesión definitiva de su puesto, para que pudiera asegurar la herencia de su hijo, entonces comenzó el viaje de regreso en septiembre de 1536. Su retirada del país se caracterizó por la violencia y la tragedia para los nativos, ya que sus tierras fueron saqueadas y los nativos fueron tomados como esclavos.
Se retiraron siguiendo la ruta del desierto de Atacama, el viaje fue extremadamente difícil debido a las condiciones climáticas del lugar. Llegaron a Cuzco en 1537, encontrando la ciudad sitiada por los nativos bajo el mando del Inca Manco II, un nativo amigo de Almagro. La rebelión se dio por insidiosa sembrada por el gobernador Hernando Pizarro lo que trajo consigo que la ciudad fuera atacada. Almagro puso fin al asedio encarcelando a los hermanos Hernando y Gonzalo Pizarro.
Después de ocupar Cuzco, Almagro derrotó a los soldados de Francisco Pizarro en la batalla de Abancay el 12 de julio de 1537. Las posteriores negociaciones entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro concluyeron con la rendición del Cuzco a Almagro, a cambio de la libertad de Hernando Pizarro, sin embargo Francisco no cumplió su parte del acuerdo atacando a las fuerzas de Almagro, para entonces el conquistador ya estaba enfermo.
Muerte
Fue hecho prisionero en el campo de Salinas cerca de Cuzco, Perú, el 6 de abril de 1538 y condenado al garrote. Su cuerpo fue llevado a la plaza pública donde fue decapitado el 8 de julio de 1538.
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