
Síntesis biográfica
En la madrugada del 4 de diciembre de 1892, nació en El Ferrol el segundo hijo del matrimonio Franco-Bahamonde. Fue bautizado el 17 de diciembre en la iglesia parroquial de San Francisco. En el libro de bautismo se inscribieron los nombres de Francisco, Paulino, Hermenegildo y Teodulo.
Carrera militar
Miembro de una familia de tradición militar, quiso seguir la carrera militar desde joven e ingresar en la Academia Naval, pero cuando se cerró temporalmente la entrada en esta institución, pasó a la infantería. En 1907 comenzó sus estudios en la Academia Militar de Toledo, recibiendo el rango de subteniente de infantería tres años después. Después de su graduación solicitó un puesto en Marruecos.
En tierras africanas fue ascendido tanto por antigüedad en las filas como por entrar en combate, siendo herido en algunos de sus lanzamientos. Tras alcanzar el grado de comandante fue destinado a Oviedo en 1916, participando activamente en la represión de la huelga revolucionaria de 1917. Fue en Asturias donde conoció a Carmen Polo, su futura esposa, miembro de la alta burguesía de la región, ya que Franco comenzó poco a poco a establecer relaciones con los grupos de poder asturianos.
Cuando en 1920 Millán Astray creó la Tercera Legión Extranjera, solicitó la presencia de Franco, que se encargaría de la dirección de la primera bandera, por lo que regresó a África. Las brillantes actuaciones del joven Franco en el frente marroquí atrajeron la atención del propio Alfonso XIII, siendo el militar designado como el caballero de la cámara del monarca. Incluso el rey patrocinó su matrimonio con Carmen Polo en 1923.
Destinado de nuevo a la península, Franco fue nombrado teniente coronel, pero pronto regresó a tierras africanas para continuar la lucha, debido a la crisis abierta en el Protectorado Español. Franco participó activamente en la guerra de Marruecos librada por el general Primo de Rivera. El desembarco en Alhucemas puso fin al conflicto y Franco fue ascendido a general de brigada en 1926, a la edad de 33 años, convirtiéndose en el general más joven de Europa. Dos años más tarde fue nombrado director de la Academia Militar de Zaragoza por el dictador Primo de Rivera, cargo que ocuparía hasta 1931 -con motivo de la proclamación, el 14 de abril, de la Segunda República- el Ministro de Guerra Manuel Azaña clausuró la institución militar.
Desde el primer momento, el general manifestó abiertamente su rechazo a los nuevos dirigentes. Durante un año permanecería a la espera de su destino y en 1933 sería destinado a La Coruña; poco después se le daría el mando militar de las Baleares. El triunfo del centro-derecha en 1933 supuso el fin de la reforma militar emprendida por Azaña. El nuevo Primer Ministro, Alejandro Lerroux, nombró a Franco como asesor militar del Gobierno. Desde ese cargo fue el principal artífice de la dura represión de la huelga general revolucionaria que sacudió la región de Asturias en octubre de 1934. Como recompensa por su actuación fue nombrado Comandante en Jefe del Ejército en el protectorado de Marruecos. Al año siguiente fue llamado por el nuevo Ministro de Guerra, José María Gil Robles -líder de la CEDA- para ocupar el puesto de Jefe del Estado Mayor.
Conservador en sus ideas, Franco valoraba por encima de todo el orden y la autoridad. Desconfiaba del régimen parlamentario, del liberalismo y de la democracia, que consideraba responsables del declive de España en el siglo XX. Su posición era representativa del grupo de militares africanistas que veían en el ejército la quintaesencia del patriotismo y la garantía de la unidad nacional.
Dictadura
Después de la guerra civil, Franco impuso un nuevo tipo de régimen en toda España, inicialmente alineado con los fascismos de Hitler y Mussolini, que fueron sus aliados e inspiradores. A pesar de ello, no comprometió plenamente a España en la Segunda Guerra Mundial, ya que, dada la debilidad en la que se encontraba el país, no obtuvo de Hitler la compensación excesiva que quería por su apoyo (entrevista de Hendaya); sólo envió tropas voluntarias para luchar junto a los alemanes contra la Unión Soviética (la División Azul). Cuando la guerra terminó con la derrota de las fuerzas del Eje, aliadas de Franco, su régimen sufrió un cierto aislamiento diplomático, pero logró mantenerse, rentabilizando su anticomunismo radical en el contexto de la Guerra Fría.
Como resultado de estos temores, surgieron los acuerdos militares con los Estados Unidos, firmados el 26 de noviembre de 1953. Ese mismo año se firmó también el Concordato con la Santa Sede, que daría un nuevo impulso al régimen de Franco al contar con el firme apoyo de la Iglesia, uno de sus principales bastiones desde el principio. Poco a poco, España salió de su aislamiento y en diciembre de 1955 consiguió entrar en la ONU como miembro de pleno derecho.
En el ámbito político, Franco estableció desde el principio una dictadura personal de carácter autoritario, sin una ideología definida más allá de su carácter confesional (fundamentalista católico), unitario y centralista (contra toda autonomía regional o reconocimiento de peculiaridades culturales), reaccionario y conservador (se prohibieron los partidos y sindicatos de clase). Copió de sus modelos fascistas la idea de una dirección carismática unipersonal (con el apodo de Caudillo), de un partido único (el Movimiento Nacional) y de un vago corporativismo (unión vertical). La represión de la oposición fue feroz (con unos 60.000 ejecutados sólo entre 1939 y 1945, continuando las ejecuciones políticas hasta 1975).
En el plano económico, optó por una política de autarquía que sumió a España en el estancamiento y el atraso, en contraste con la recuperación que estaba experimentando el resto de Europa; sin embargo, la necesidad de homologarse con los países occidentales y de fortalecer la alianza con los Estados Unidos la llevó a una progresiva liberalización económica a partir del Plan de Estabilización de 1959.
Los años sesenta -con los planes de desarrollo y la influencia política del Opus Dei- fueron años de rápido crecimiento económico, industrialización, apertura y urbanización: las mejoras materiales facilitaron el mantenimiento de Franco en el poder, a pesar del creciente anacronismo de su régimen; pero también produjeron cambios sociales que hicieron inviable su continuidad tras la muerte del general.
Muerte
En 1973, comenzó una nueva fase marcada por la crisis económica y política. Por primera vez, Franco nombra como Presidente del Gobierno a otra persona no relacionada con él. El elegido es el almirante Luis Carrero Blanco, que sufre un atentado mortal a manos de la organización ETA el 20 de diciembre del mismo año.
La muerte de Carrero eleva a Carlos Arias Navarro, que será nombrado presidente del Consejo de Ministros. En julio de 1974, la enfermedad de Franco se agrava y entrega temporalmente al Príncipe Juan Carlos la jefatura del Estado -temporal-. En su testamento, Franco pide a España que apoye al Rey Juan Carlos I.
Franco cae gravemente enfermo el 30 de octubre de 1975. El 20 de noviembre de ese mismo año muere en el Hospital de la Paz de Madrid. Dos días después, las Cortes designaron a Juan Carlos de Borbón como Rey de España bajo el nombre de Juan Carlos I.
Vídeos de Francisco Franco Bahamonde
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