
Su labor en pro de la independencia fue tan grande que en la Argentina se le reconoce como el «padre de la patria» y el «Libertador» y se le valora como el más importante héroe y protagonista del panteón nacional. En el Perú también se le recuerda como el «Fundador de la Libertad del Perú», el «Fundador de la República», el «Generalísimo de las Armas» y el «Libertador» del país. El ejército chileno lo reconoce con el rango de Capitán General.
Nacimiento
José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, una antigua misión jesuita a orillas del río Uruguay en el gobierno de las misiones guaraníes del Virrey del Río de la Plata, en la actual provincia de Corrientes, Argentina. Sus padres fueron Juan de San Martín, un soldado español nombrado gobernador del departamento de Yapeyú en 1774, que formaba parte de la Gobernación de las Misiones Guaraníes, que se estableció para dirigir las treinta misiones jesuíticas guaraníes, después de que la orden fuera expulsada de América en 1767 por el rey Carlos III, con sede en la reducción de Yapeyú y Gregoria Matorras del Ser, primo hermano de Jerónimo Matorras, gobernador y capitán general de Tucumán.
San Martín era el menor de cinco hermanos: María Elena (18 de agosto de 1771), Manuel Tadeo (28 de octubre de 1772) y Juan Fermín (5 de febrero de 1774), nacido en la Real Calera de las Vacas, jurisdicción de la parroquia de Las Víboras, y Justo Rufìno (1776), nacido en Yapeyú como su hermano José Francisco.
Los primeros años
En 1781, cuando San Martín tenía tres años, la familia se mudó de Yapeyú a Buenos Aires, donde vivieron en una casa en la calle Piedras, entre Moreno y Belgrano. Luego se trasladaron a España, donde abordaron la fragata Santa Balbina el 6 de diciembre de 1783, porque su padre había sido asignado a Málaga. Aunque otras fuentes biográficas datan este viaje a la edad de ocho años de San Martín, en el año 1786. En abril de 1784 San Martín llegó con su familia a Cádiz, España, y más tarde se estableció en la ciudad de Málaga.
Ya de niño mostró habilidades militares y una actitud de mando, sus pasatiempos favoritos eran las canciones de guerra, las voces de mando y la tendencia a distinguirse en la carrera de sus antepasados.
José de San Martín comenzó sus estudios en el Real Seminario de los Honorables en Madrid y en la Escuela de Trabajo Temporal de Málaga en 1786. Allí aprendió español, latín, francés, alemán, danza, dibujo, poesía, esgrima, retórica, matemáticas, historia y geografía. Los otros hermanos varones también siguieron la carrera militar, pero sólo José Francisco regresaría a América y se uniría a un futuro para su causa liberadora.
Carrera militar
El 21 de julio de 1789, a la edad de once años, comenzó su carrera militar en la clase de cadete del Regimiento de Murcia. Bajo el uniforme real luchó contra moros, ingleses, portugueses y franceses en el norte de África y luego contra la Guerra de Independencia española, participando en las batallas de Bailén y La Albuera. Por su excelente participación en la primera de estas batallas fue ascendido al rango de capitán.
En las filas del liberalismo español y en vista de la derrota de las tropas españolas en la península, se trasladó a América junto con otros revolucionarios.
El 9 de marzo de 1812 llegó a Buenos Aires para continuar la lucha por la democracia y la soberanía popular, a las órdenes del gobierno patriótico y al servicio de la emancipación de América. En el Río de la Plata se puso a las órdenes de los gobiernos patriotas y se involucró en las disputas políticas del lado de las tendencias más radicalizadas (Partido Morenista, el jacobinismo criollo que siguió misteriosamente los cargos del primer secretario de la Junta Patria, Mariano Moreno, que murió hace dos años).
Creó el Regimiento de Granaderos a Caballo y se convirtió en coronel el 7 de diciembre de 1812. Entonces comenzó la lucha contra el poder colonial y el plan militar para liberar el sur del continente. Para lograr ese objetivo, se estableció en Cuyo, donde fue nombrado gobernador. Allí construyó el ejército andino que liberaría a Chile y Perú. El 3 de febrero de 1813, realizó su primera acción en suelo americano, en la batalla de San Lorenzo, que fue también su primera victoria en estos países.
Ante el gobierno de Buenos Aires -en manos de Rivadavia y los liberales pro-británicos- y acosado por la oligarquía de Lima y el poderoso ejército colonialista que se retiraba a las montañas, regresó primero a Chile y luego a Argentina.
El exilio político y la muerte
Intimidado por el partido pro-inglés de Argentina, se irá a Europa, prácticamente como un exilio político. El 11 de febrero de 1824, el libertador fue a Europa y se llevó a su hija para instruirla como una dama de la sociedad y el buen comportamiento. Allí continuó trabajando para asegurar la independencia. El 23 de abril, llegó al puerto francés de Le Havre. Su presencia despertó sospechas: sus papeles fueron confiscados y se comprobaron sus antecedentes revolucionarios. Pero le devolvieron sus papeles. El 4 de mayo, navegó con su hija a Inglaterra. Poco después, se instaló en Bruselas.
En 1829, San Martín llegó a Buenos Aires, pero no desembarcó porque se negó a participar en la lucha interna. Así que regresó a Europa. Un año después dejó Bélgica y se mudó con su hija a Francia. En 1834 compró una casa en Grand Bourg.
En su vejez se trasladó a París el 23 de enero de 1844 para redactar su testamento. En 1846 ofreció sus servicios a Rosas. Dos años después se mudó a Boulogne-sur-Mer. El 17 de agosto de 1850, murió en su casa de Boulogne-sur-Mer. Sus restos fueron repatriados en 1880 y ahora descansan en un mausoleo construido en la Catedral de Buenos Aires.
Vídeos de José de San Martín
Contenido