
Síntesis biográfica
El sexto de los siete hijos del matrimonio de Rodrigo de Cervantes Saavedra y Leonor de Cortinas, Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá (sede dinámica de la segunda universidad española, fundada en 1508 por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros) entre el 29 de septiembre (día de San Miguel) y el 9 de octubre de 1547, cuando fue bautizado en la parroquia de Santa María la Mayor.
La familia de su padre conocía la prosperidad, pero su abuelo Juan, licenciado en Derecho por Salamanca y juez de la Santa Inquisición, abandonó el hogar y comenzó una vida errática y disipada, dejando a su esposa y al resto de sus hijos en la indigencia. El padre de Cervantes se vio obligado a ejercer su oficio de barbero cirujano, lo que convirtió la infancia del niño en un incansable peregrinaje por las ciudades más pobladas de Castilla. Por parte de su madre, Cervantes tuvo un abuelo magistrado que se convirtió en un efímero terrateniente de Castilla. Estos pocos datos sobre las profesiones de los antepasados de Cervantes fueron la base de la teoría de Américo Castro sobre el origen convertido (judíos obligados a convertirse en cristianos después de 1495) de los padres del escritor.
A los 4 años se trasladó con su familia a Valladolid, donde se encontraba la corte del Rey de España, Felipe II. En 1561 la corte se trasladó a Madrid, donde también se trasladó la familia Cervantes. Poco se sabe de los estudios de Miguel durante su infancia y adolescencia, pero no parece que fueran lo que hoy llamamos estudios universitarios. Se sabe que asistió a un colegio jesuita pero se ignora la ciudad, aunque se sospecha que fue durante su estancia en Valladolid. Una vez en Madrid, parece que su maestro fue Juan López de Hoyos, un destacado literato de la época. A la edad de poco más de veinte años se fue a Roma al servicio del Cardenal Acquaviva. Viajó por Italia, se enroló en la Armada Española y en 1571 participó con heroísmo en la batalla de Lepanto, «la mayor ocasión que han visto los siglos». En la batalla de Lepanto, que es donde comienza la decadencia del poder turco en el Mediterráneo, se formó el frente cristiano: la armada española, el estado del Vaticano y el estado de Venecia. Fue allí donde Cervantes, como resultado de un disparo de un arcabuz recibido en el pecho y el brazo izquierdo, perdió gran parte de la movilidad de este último, por lo que se le llamó el Manco de Lepanto.
El 26 de septiembre de 1575, cuando regresaba a España, los corsarios asaltaron su barco en la desembocadura del río Ródano, lo capturaron y lo llevaron a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio. Cervantes fue liberado después de que los frailes trinitarios pagaran un rescate por él el 19 de septiembre de 1580. A su regreso a Madrid se encontró con su familia en ruinas. A los 37 años se casó con Catalina de Salazar y Palacios, de 19 años, en Esquivias, Toledo.
Entre 1585 y 1600 Cervantes estableció su residencia en Esquivías, pero solía visitar Madrid solo y allí alternaba con los escritores de su tiempo, leía sus obras y mantenía una disputa permanente con Lope de Vega. En 1587 ingresó en la Academia Imitatoria, el primer círculo literario de Madrid, y ese mismo año fue nombrado Real Comisario de Abastecimientos (coleccionista de especies) de la Armada Invencible. Este destino también le fue adverso: en Écija se enfrentó a la Iglesia por su excesivo afán coleccionista y fue excomulgado; en Castro del Río fue encarcelado en 1592, acusado de vender parte del trigo requisado, hasta que, al morir su madre en 1594, abandonó Andalucía y regresó a Madrid. Pero sus dificultades económicas continuaron acompañándole. Nombrado recaudador de impuestos, quebró al banquero al que había dado importantes sumas y Cervantes encontró sus huesos en la cárcel, esta vez en Sevilla, donde permaneció cinco meses. Probablemente fue durante este período de extrema pobreza que comenzó la escritura de Don Quijote. El éxito de este libro fue inmediato y considerable, pero no le ayudó a salir de su miseria. El éxito del Quijote le permitió publicar otras obras que ya había escrito: los cuentos morales de las Novelas Ejemplares, el Viaje del Parnaso y las Comedias y Entrevistas.
Entre 1604 y 1606, la familia de Cervantes, su esposa, sus hermanas de dudosa reputación y su combativa hija natural, así como sus sobrinas, siguieron la corte a Valladolid, hasta que el rey Felipe III ordenó el regreso a Madrid.
Su carrera militar también se arruinó, y trató de sobresalir en la literatura y publicó la novela La Galatea, una novela pastoral al estilo de la Arcadia de Sannazaro cincuenta años antes. El editor Blas de Robles le pagó 1.336 reales por el manuscrito. Esta cifra nada despreciable y la buena acogida y el relativo éxito del libro animaron a Cervantes a dedicarse a escribir comedias; aunque sabía lo mal que podía competir, siempre respetuoso de las reglas clásicas, con el nuevo modo de Lope de Vega, maestro absoluto de la escena española. Sin medios para vivir, fue destinado a Andalucía como comisario de suministros y recaudador de impuestos de la Armada Invencible. Allí termina en la cárcel, acusado de irregularidades en sus cuentas. También fue excomulgado tres veces por intentar cobrar a la iglesia los impuestos que ésta estaba obligada a pagar.
Muerte
El viernes 22 de abril de 1616, Miguel de Cervantes toma su último aliento. Al día siguiente, en los registros de su parroquia, San Sebastián, consta que su muerte ocurrió el sábado 23, según la costumbre de la época, que sólo guardaba la fecha del entierro: como se sabe, es ésta última la que se conoce hoy, y en la que se celebra cada año en España el Día del Libro. Cervantes fue enterrado en el Convento de las Trinitarias, según la Regla de la Tercera Orden, con el rostro descubierto y vestido con el saco franciscano. Pero sus restos fueron dispersados a finales del siglo XVII, durante la reconstrucción del convento. Hoy en día se desconoce la ubicación exacta de su tumba.
Vídeos de Miguel de Cervantes Saavedra
Contenido