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Biografías

Sarita Colonia

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Sarita Colonia
Una de las figuras religiosas más veneradas en el Perú y en algunos países de América Latina es Sarita Colonia, quien a pesar de no haber sido santificada es reconocida como una deidad por sus fieles que le rezan y extienden sus oraciones. Sarita Colonia nació en Huaraz, provincia de Lima, el 1 de marzo de 1914.

Biografía de Sarita Colonia

Pasó su infancia en un pequeño pueblo de su provincia natal, estudió y dedicó gran parte de su niñez a ayudar a sus hermanos y compañeros del pueblo. Se dice que Sarita realizó muchos milagros de niña e incluso pudo predecir acontecimientos que ocurrieron más tarde, como la predicción de la muerte de una de las autoridades de su pueblo. Sarita anunció que su corazón dejaría de latir diciendo «Ya no lo veo entre nosotros», unos días después el hombre murió.

Ya de adolescente Sarita tuvo que viajar a Lima con sus padres y hermanos porque la salud de su madre se estaba deteriorando. Viajaron a Lima y se instalaron en el distrito del Callao, donde vivió unos años, pero su madre seguía siendo muy delicada, por lo que tuvieron que volver a su pueblo donde permanecieron un tiempo hasta que su madre falleció.

Después de la muerte de su madre, Sarita tuvo que cuidar a sus hermanos menores por lo que con su padre tuvieron que viajar nuevamente a Lima y trabajar, Sarita empezó a trabajar con su tía vendiendo comida en un mercado, y allí comenzó su vida religiosa ayudando a toda la gente que podía, dicen que solía dar su ropa a los desamparados y mendigos para que no tuvieran frío, de la misma manera siempre tenía una cantidad de su tierra para su familia y para los mendigos, que empezaron a seguirla por las calles para agradecerle.

Sarita Colonia dedicó su corta vida a los demás, murió muy joven, a los 26 años el 20 de diciembre de 1940, nunca se supo cuáles fueron las causas de su muerte, según el hospital dijeron que había muerto de malaria, pero su familia y sus devotos creen que murió asesinada.

Sarita llenó multitudes el día de su funeral y comenzaron a visitar su tumba llevando consigo oraciones que dicen que se han cumplido. Hoy, a pesar de que la iglesia no ha reconocido sus milagros, es considerada una santa por su pueblo, que hasta el día de hoy la veneran y le rezan por los milagros.

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